Recientemente, para la restauración de unos documentos que presentaban pequeñas pérdidas y agujeros, ha sido necesario elaborar pulpa de papel. Se trata de un sencillo proceso el cual creemos que es interesante mencionar.
Este procedimiento consiste, a grosso modo, en deshacer en agua unos pocos trozos de pulpa prensada (de aspecto parecido al cartón). En función de la coloración del documento original, elegiremos un tono de pulpa u otro, o bien teñiremos la mezcla.
Mediante una mesa de succión, añadiremos la mezcla en las zonas que presentan pérdidas con una jeringuilla para controlar la cantidad. Después de un tiempo de secado y prensado, las fibras papeleras que contenía la mezcla se habrán adherido a las del documento original, rellenando las pérdidas.
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