miércoles, 31 de octubre de 2012

Radiación y fluorescencia ultravioleta.


La radiación ultravioleta y la exposición prolongada de una pieza a la luz solar o artificial son algunos de los factores que pueden dañar una obra de arte. No obstante si los utilizamos correctamente pueden ser unas buenas herramientas para el diagnóstico de patologías en una pieza. Por ejemplo, la fluorescencia ultravioleta es una herramienta de diagnostico no destructiva que comienza a utilizarse a partir del año 1925. Se emplea para documentar si la presencia de restauraciones anteriores o de otros materiales que componen el objeto patrimonial y que no podemos ver a simple vista.

En las diferentes fotografías podemos observar, la superficie de un pergamino donde aparentemente no hay rastro de ningún tipo de escritura, en cambio al aplicar luz ultravioleta podemos ver con claridad el texto que permanecía oculto.

 fotografía de vista normal: Escritura borrados

  fotografía de la fluorescencia ultravioleta.

El papel, uno de los soportes más utilizados en nuestra cultura, es uno de los materiales más frágiles en el campo de la conservación y restauración, junto a los materiales de textiles. Utilizar la fluorescencia ultravioleta puede sernos muy útil para distinguir la antigüedad de estos soportes gráficos y textiles, la composición de las tintas, la presencia de hongos, líneas de agua, escrituras borradas y adhesivos… Por todos estos usos esta herramienta acaba siendo obligatoria en todo examen previo de un buen conservador-restaurador, que no debe olvidar protegerse debidamente con unas gafas que cubran los ojos de la radiación ultravioleta.

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