Aunque en la antigüedad se consideraba a la piedra como un
material de construcción eterno, actualmente sabemos que su durabilidad y su esperanza de vida se han reducido sustancialmente al estar sometidos a ambientes
agresivos, principalmente urbanos y costeros. A partir del inicio del siglo XX, el
deterioro de la piedra en monumentos ha aumentado de una
forma exponencial, debido en buena parte a la actividad industrial, el uso de
formas energéticas contaminantes y otros factores como el aumento de población en las ciudades.
Cuando llevamos a cabo un proyecto de restauración sobre un monumento degradado nos basamos principalmente en tres factores: las características petrológicas de las rocas, el medio
ambiente en que se encuentra y su interrelación con las personas. Seguidamente se realiza un examen donde se enumeran las causas de degradación presentes, posibles tratamientos y consejos de preservación.
Como equipo de Conservadoras-Restauradoras nuestros trabajos se realizan siempre porqué existe un riesgo real en la salud del monumento en cuestión, no realizamos remodelaciones. Tenemos la finalidad conservar y preservar los valores estéticos e históricos del monumento, siempre fundamentados en el respecto a la esencia antigua de la arquitectura.
Escultura degradada por biodeterioro y la exposición a agentes contaminantes propios de una gran ciudad. Santa Maria del Mar, Barcelona.
Degradación de origen fisicoquímico que provoca la erosión
diferencial de la roca, en forma de alveolos. En el interior de estas cavidades
és común observar otras formas de alteración como eflorescencias, microorganismos
y material arenitzado o disgregado. Torre de Muralla Romana, Barcelona.
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